Persuasión, o... ¡Cómo lograr que los demás hagan lo que quieres! -Los cuatro caminos-

Piensa en un día normal en tu vida. ¿Cuántas veces en ese día te ves obligado a convencer a un miembro de la familia, a un amigo o a un socio de negocios para que hagan algo o se abstengan de hacerlo? A tu hijo, para que mejore sus calificaciones; a tu hermano para que te preste su ropa, a esa persona tan especial para que salga contigo. Apuesto que al menos una docena de veces al día necesitas convencer a alguien.

Todos los ámbitos de la vida social requieren de la capacidad de convencer a los demás de hacer algo que queremos. Dejando a un lado la fuerza física, la intimidación, la coacción y la extorsión, solo quedan cuatro métodos con que podemos conseguir que la gente haga algo. ¿Cuáles son? ¿Cómo podemos aprovecharlos?

Mando. Se usa sólo cuando se está seguro del poder y autoridad y cuando los otros tres elementos han fracasado. Incluso en la milicia, dar órdenes a los subalternos para que hagan las cosas ofrece a menudo desventajas. A lo máximo se consigue una obediencia renuente. El mando generalmente es el último recurso que se recomienda usar (cuando es posible hacerlo) y en muchas ocasiones se utiliza por frustración o por la imposibilidad de aplicar otros métodos.

Negociación. Es una herramienta poderosa pero no está exenta de limitaciones. Las personas con experiencia la utilizan sólo cuando resulta absolutamente necesario. Hasta en las circunstancias más propicias (ganar-ganar), la negociación presenta un carácter antagónico. Es algo así como ojo por ojo y diente por diente: si damos recibimos, si no damos tampoco recibimos.

Persuasión. Suele ser de los mejores métodos para lograr que los demás hagan algo que queremos. Se adecua a la mayor parte de las situaciones mejor que los otros dos y lo hace mediante la psicología positiva de la comunicación interactiva. Crea su propia posición de poder. Gracias a su naturaleza no antagónica, los persuadidos casi siempre se sienten cómodos y satisfechos con el resultado. La base de la persuasión es la lógica.

Seducción. La seducción es la cúspide de las relaciones humanas, el poder superior que arrasa y mueve a los demás en la dirección que el seductor marca. Utiliza todos los elementos de los métodos anteriores dependiendo de cada situación. La posición de la autoridad, el consenso de la negociación, la lógica de la persuasión, pero les infunde el tremendo poder emocional de la Seducción.

Estos son los temas que iremos tocando en este blog público para ayudarnos a desarrollar las habilidades de Persuasión e Influencia, después de todo de esta habilidad solo depende el éxito o el fracaso, la felicidad o la tristeza (al menos gran parte) y... no nos adelantemos. Despacio que llevamos prisa.

¡Ahh! y no se trata solamente de que las personas que hablan en público conozcan y manejen estas herramientas, se trata de conocer aquello que funciona en la vida diaria.

Saludos.

La frase: “Hay una única forma efectiva de hacer que alguien haga algo… Y es logrando que quiera hacerlo.”

Dale Carnegie